miércoles, 11 de noviembre de 2009

Microhistoria

Mario se inicia en el oscuro mundo de la drogadicción con tan sólo trece años, cuando uno de sus << amigos >> le da el primer cigarro. El acto de expulsar humo y agarrar el cigarrillo dota de un falso poderío y de una fuerza imaginaria. De manera simultánea llega la cerveza, el vermut, el ron... Llegado a un punto, Mario no se conforma con el humo insípido del tabaco, es necesario un << aliño >> que le de gracia al asunto, y llega el porro. Tras diez años consumiendo hachís, Mario no ha pasado a las drogas duras, se ha sabido mantener. Entonces conoce a Elías, un chico problemático que, a pesar de que Mario ya ha superado los veinticinco, le conduce a actos temerarios. Mario deja de ir a trabajar y se dedica a dar << palos >> a los extranjeros. Sus padres lo ven muy extraño, con la mirada perdida, en estado de alerta contínua y por las noches se despierta gritando. Elías le dice a su amigo que no se preocupe, que no es nada. Así pasaron un par de años hasta que Mario empezó a no poder dormir y a tener problemas respiratorios. Obligado por su familia, acude al médico. Alli le diagnostican esquizofrenia y le dan un tratamiento. Mario, por mucho que lo busca, nunca más vuelve a ver a Elías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario